Durante la presentación del estudio “El envejecimiento global y la seguridad provisional en las Economías Emergentes”, diversos especialistas en materia de pensiones, coincidieron en que uno de los principales desafíos de México en el sistema de pensiones es el crecimiento acelerado del envejecimiento de la población.
Roberto Walker, presidente de Principal International para Latinoamérica, indicó que “entre 1945 y el 2050, en México habrá dos personas en edad de trabajo por cada jubilado, por lo que hoy el país necesita incrementar su base de ahorro a largo plazo”.
Asimismo, señaló que en nuestro país hacen falta mecanismos que faciliten el ahorro a las personas, en especial de las clases medias, ya que existe un grupo importante de ellas que no pueden ahorrar y el gobierno debe buscar soluciones.
Walker enfatizó que a través de políticas públicas, el gobierno debe tomar la iniciativa y generar mecanismos para facilitar el ahorro a largo plazo. En ese sentido, reconoció las medidas que se están considerando en el Paquete Económico 2016, donde se devolverán incentivos fiscales a las personas físicas, tal es el caso de la eliminación del límite de deducibilidad en instrumentos de ahorro a largo plazo como las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES).
Por su parte, Richard Jackson, presidente fundador del Instituto Global de Envejecimiento (GAI, por su sigla en inglés) y uno de los autores del estudio, comentó que anteriormente las personas de la tercera edad representaban una parte muy baja de la población, pero a partir del siglo XIX se empezó a percibir un cambio, donde dicho sector llega a representar 15% de la población, y se estima que llegue a 25% al cierre de este siglo.
Además, advirtió sobre los riesgos de tener una parte importante de la población de mayor edad dependiendo totalmente del gobierno, y además, sin ahorrar de manera voluntaria.
El experto dijo que “México necesita un sistema sostenible y robusto para evitar una catástrofe humanitaria derivada de esta carencia en 30 años (…) El sistema con la mejor solución es aquél que genere la mayor cantidad de beneficios con los mejores costos”.
Exhortó a buscar planes privados de retiro para complementar el ahorro, y destacó que retornos más altos de rendimientos en ocasiones pueden justificar comisiones más altas, al señalar que “si la gente se queda con el modelo federal, para su pensión no obtendrían ni la mitad de un salario mínimo”.
Asimismo, Jackson precisó que la tasa de contribución de 6.5% no es suficiente, y que al menos debería de ser de 12.5% para alcanzar una tasa de remplazo de 50 por ciento.
Entre las recomendaciones en política pública para mitigar estos efectos, Jackson destacó incrementar el ahorro previsional obligatorio para que el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) genere beneficios adecuados; incrementar el ahorro previsional obligatorio, y tomar en cuenta que la diversificación global de los portafolios previsionales es crítica hoy en día, y lo será aún más a medida de que México envejece.